martes, 30 de septiembre de 2014

Actividad 6: Sociedad de la ignorancia

Tras la reflexión considero que tengo un poco de cada sociedad abordada: el pilar de mi exitencia reside en la sociedad del conocimiento, y esto a su vez me lleva a formar parte de la sociedad del desconocimiento y de la incultura, principalmente. La información corre frente a mis ojos, los datos suben y bajan en mi cerebro, las ideas transitan en mi interior y fuera de mí también. La sociedad del conocimiento está presente en todo mi alrededor y en el aire se respira pura información en este siglo XXI, sin duda este ambiente ha forjado parte, tal vez no de lo que soy, sino de las actividades que realizo cotidianamente. 

 Si bien es cierto que tengo acceso a nivel de educación mayor al habitante promedio de mi país, mi formación académico-profesional responde a la época del especialista, en la cual la figura del sabio ha quedado rebasado por las circunstancias sociales, económicas, políticas y hasta psicológicas de nuestros tiempos. Esto se ve reflejado en la falta de conocimiento que tengo para abordar cualquier problemática, mi perspectiva desde la cual veo el mundo parte de la comunicación, ya que mi formación universitaria ha sido forjada sobre esta disciplina, y, aunque tengo conocimientos de política, por ejemplo, no son suficientes para decir que soy experto o sabio en política. Mi bagaje cultural incluye varios aspectos de la ciencia política, sin embargo, apenas y son suficientes para crearme una postura crítica referente a temas políticos. Ignorancia en el conocimiento.

Sin embargo, este es el ambiente de nuestros días, o aun peor. La democracia anhelada durante muchos años le hizo una jugarreta a la sociedad cercándola en muchos ámbitos, lo que provocó que ésta quedara indefensa ante tanta providencia. La formación creció de manera hiperbólica y la capacidad cognitiva del individuo disminuyó al mismo tiempo, lo cual llevó al individuo a perder muchas veces su propio criterio y a consumir lo que otros le obligaban implícitamente a consumir. Y en este entorno crecí yo, domado por la televisión, principalmente, creyendo en todo lo que había ahí y prefiriendo las imágenes a la lectura por completo.

Aunque muchas veces la gente es feliz viviendo así, este argumento no puede ser implementado si de ética se trata, pues la mayor parte de esa gente no conoce más allá de su pequeño espacio, de su entorno común, premisa alarmante debido a que no se desarrolla en ellos las hablidades reflexibas en el entorno y en sí mismas, necesarias para cualquier proceso social e individuarl, ni se les da las herramientas para crearse un criterio mejor formado, con más posibilidades, con mayor número de salidas; el resultado son personas de mente parcial ante el mundo y, todavía más, ciudadanos incapaces de elegir con una documentación previa verdadera. Sin duda, esto que estuvo en mi entorno durante mis primeros años de vida forjó quien soy hoy en día.
 

Aunque los ojos con los que veo al mundo ya son otros, puesto que lo aprendido en la universidad me ha ayudado a cambiar muchos aspectos en mí y a madurar en algunos otros, aún mi conocimiento de la realidad no es a profundidad, aunque también en parte porque esta misma es tan compleja que las circunstancias impiden que así sea (por los procesos acelerados, el estilo de vida posmoderno, la casi obligada especialización del sistema, etc.). 

Describiría mi lado social de la siguiente manera:

Formas expresivas: mi lenguaje es educado, aunque no como si estuviera con la realeza, por su puesto. Los medios de comunicación que consumo son principalmente los que se refieren al periodismo escrito, en primer lugar Proceso, de ahí La Jornada, y con menor frecuencia El Universal, aunque también consumo televisión (los programa de investigación criminal y un poco de ocio) y radio (principalmente música y algunos programas con Primera Emisión con Carmen Aristegui). 

Formas de expresión y comunicación: Aunque sí me comunico de manera interpersonal con mis familiares, amigos y demás personas, mis canales de expresión son fundamentalmente las redes sociales: Facebook es la que más utilizo para mostrar mi sentir y mi ideología. 

Formas de pensamiento: Soy cristiano, creo que Cristo Jesús es un Dios vivo, dedico mis fines de semanas a alabanzas y oración, y creo que de ahí se puede partir para entender mi ideología en gran medida: busco la justicia, la hermandad, la empatía con los demás y sobre todo el amor que Dios da. Esto hace que mis acciones se funden en los principios del cristianismo, que radican principalmente es esos puntos que acabo de ennumerar. 

¿Cuál es tu ideología predominante?, ¿con qué se identifican?, ¿cuáles son tus lazos de pertenencia?, ¿ en qué crees?, ¿qué rituales practican?, ¿cómo vistes?: Antes mi identificaba mucho con Shakira (ahora ya no me gusta) y Cristina Aguilera, ahora más bien me apasiona lo académico, el conocer otros pensamientos a través de la lectura. Hay rituales en la mayor parte de mis actividades diarias, irme corriendo a la escuela y hacerme una hora de camino sería una de las principales, aunque los más explítos los que se refieren a la religión, aquí, bueno, ir a misa y hacer oraciones son las más sobresalientes. La ropa que usaba era con estampados: grupos musicales, Perry "el ornitorrinco", figuritas, pero desde que conocí más acerca de las teorías de masas, procuro ya no usarlas tanto, prefiero unos jeans y playeras, pero sin estampados de este tipo. 


Dirección política: No pertenezco a ninguna organización política y desde hace un año más o menos decidí que mi voto en las elecciones presidenciales de 2012 será el último que haya hecho por los siglos de los siglos, amén (eso digo ahora). Y la estructura social está dentro de la supuesta clase media, con compañeros y amigos de ésta. 

Aspectos culturales: La música que escucho en casa es la de la industria musical, en esencia por en inglés, un poco de R&B, rock; también música en francés y portugués, sólo que no en un género en específico; aunque también música cristiana, por supuesto. Sin embargo, me gusta más a ir a conciertos (música de orquesta), aprovecho cuando la UNAM obsequia boletos a sus becarios. El cine que consumo trato que se aleje de los estándares de Hollywood, sobre todo veo mucho cine europeo (a veces de colaboración entre varios países). En cuanto a la comida respecta, me encanta la comidad mexicana y la oaxaqueña, por supuesto, debido a que esa es la tierra que me vio nacer: las tlayudas, el mole, los chiles en nogada, etc., aunque en la actualidad los como muy poco por mi estilo de vida que es apresurada, así que por lo general como en la escuela.  Uno de mis museos favoritos es el Museo Nacional de Antrología porque me gustan mucho las antiguas culturas que residieron en el actual territorio mexicano.




Con todo esto puedo concluir que, aunque las ideas que tengo ahora mañana son susceptibles de cambios, mi pasado y mi entorno tienen injerencia directa en mi ideología, en las actividades que realizo, en lo que consumo, los programas de televisón que veo, los medios de comununicación y la cultura que consumo, pero sobre todo en mis gustos. Y, aunque en nuestros días haya muchos medios para obtener información, no es suficiente que tenerla si día a día vemos en mi entornos candados que controlan esos gustos, que los meten en cintura: la cuestión está en cómo utilizar esa información y cómo profundizar en ella, aunque sea desde una perspectiva (la comunicación en mi caso), pero no dejar de lado a las demás ciencias y disciplinas, para tratar de comprender mejor esta compleja realidad que es cada vez más rica y demoledora. 

Las sociedades del desconocimiento y de la incultura hacen que la forma en que yo entiendo el mundo sea limitada, aunque hasta ahora consumo saber o trato de hacerlo—, ignoro muchos aspectos de la realidad aún, esto se verá reflejado en la forma en que yo transmita el conocimiento que tengo a mis estudiantes, o que, al investigar algún fenómeno de esa realidad, mi punto de partida está muy limitado, sesgándola de esa manera; incluso limitándola yo mismo con mi ultraespecialización al elegir una línea de investigación. Son muchos aspectos los que aqupi entra en juego, pero, sin más, tal vez trabaje como investigador y docente, a lo mejor hasta en algún medio de comunicación, y mientras tanto el mundo siga girando, pero lo que tengo muy claro es que no me quiero acabar en la comodidad personal. De eso estoy seguro.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Actividad 4: profesor 2.0/ maestros y alumnos conversando/conferencia

Actividad 4: profesor 2.0/ maestros y alumnos conversando/conferencia

Actividad 5: investigaciones

Karla Guadalupe Lizárraga Chávez realizó la tesis de Análisis de la mediación en canciones amorosas para obtener el título de Licenciada en Comunicación, asesorada por el Mtro. Mario Alberto Revilla Basurto, en la cual la autora analiza la mediación de canciones con respecto a los conceptos amorosos de dos personas adultas jóvenes de 20 y 24 años (un hombre y una mujer), dos personas adultas maduras de 48 y 50 años (una mujer y un hombre) y cuatro personas adultas mayores de 65 años (dos mujeres y dos hombres).

El análisis del trabajo se plantea con el objetivo de saber si actualmente se utiliza el mismo modelo amoroso que el que muestran las canciones con respecto al amor, para ello se crea un esquema fijo de preguntas para las personas interrogadas en las entrevistas a profundidad (su principal instrumento metodológico).

La licenciada Lizárraga Chávez parte de la premisa que en nuestra sociedad las Instituciones encargadas de enseñar los valores son la Familia, la escuela, la iglesia y los medios de comunicación: ellos representan una realidad en materia de amor la cual muestran y median a través de comunicación reproductiva. Sin embargo, la realidad actual ha sobrepasado estos modelos que nos ofrecen, lo cual los desfasa en su aplicación en la vida cotidiana, por lo tanto, la mediación debe de constituir una praxis y una teoría incorporada a la visión del mundo.

Las canciones que se analizan son canciones que aparecieron en la radio entre 1930 y 1961, dentro de las cuales se encuentran Contigo y Sin ti, de los Panchos; Amorcito corazón, de Pedro Infante; y Besos de fuego, de Los Tecolines. En el periodo: 1965 y 1993: Si nos dejan, Luis Miguel; Ese terco corazón, de Emmanuel; Tu cabeza en mi hombro, de Enrique Guzmán; y Sombras, de Javier Solís. Y, finalmente, entre los años 2001 y 2006: Si tú me miras: Alejandro Sanz; A puro dolor, de Soun by four; Quién diría, de Ricardo Arjona; e Infinito, de Enrique Búmbury.

Mediante esta entrevista se conoció la percepción que cada individuo tiene acerca del amor, asimismo, los entrevistados platicaron su historia amorosa (era necesario saber si las canciones que escuchan corresponden a su percepción amorosa y a su historia de vida). También se elaboró un análisis lógico de las canciones que los entrevistados mencionaron en los meses de octubre y noviembre del 2008, tomando en cuenta ciertos criterios para tener un margen más preciso de la evolución de los conceptos en lo que respecta a su asimilación social; estos discernimientos, se basaron en categorizar por edades a los entrevistados (las que se enumeraron al principio).

De igual manera, se hizo un análisis lógico de las canciones amorosas que los entrevistados nombraron, es decir, se minimizó a palabras cada concepto empleado en ellas y a partir de este análisis se comparó con aquéllos que cada participante mencionó en la entrevista.

La teoría a través de la cual se aborda el objeto de estudio de la investigación es la Teoría de las Mediación, de Manuel Martín Serrano (Serrano, 1978). Según la licencia Lizárraga, la mediación social que hacen las canciones son del primer plano, en el cual se comprende el término "relatema", aunque sin llevarlo a la praxis, y el de "mediación cognitiva", lo cual 'comprobó', entre los entrevistados y los relatemas, que la forma en que operan respecto al amor es diferente. De acuerdo a la investigación, la industria musical pretende conservar en las personas el concepto que tienen del amor, precisamente, a través de los relatemas. 

Finalmente, se concluye de esta investigación que el tema del amor ha cambiado de modelo a lo largo de los años, de acuerdo a las necesidades socio-económicas que tiene la sociedad; no obstante, el sentido de las canciones ha sido el mismo en este transcurso: repiten modelos que ya no responden al sentir de los jóvenes y, al parecer –finaliza la autora–, nos quedamos en una sociedad sin transformación. 


Lizárraga Chávez, K. G. (2012). Análisis de la mediación en canciones amorosas. UNAM, México. 
Serrano, M. (1978). La mediación social. España: Akal.